
En mi nevera hay dos cosas que nunca faltan, aparte de una jarra muy fría de agua, que no sé como me las apaño para que siempre esté vacía: el caldo para cocinar y un bote de tomate frito casero. Ambas cosas las uso a menudo para hacer muchos platos… Y sí, tanto en un caso como en el otro puedes usar directamente el comprado, pero si eres muy cocinillas como yo, estarás de acuerdo en que las cosas tienen otro sabor si se hacen con ingredientes caseros. En el post de hoy te explico cómo hago esta simple salsa de tomate frito, con la receta de Ángela, y como poder guardarla al vacío para que dure más.
Tomate frito casero
¡Utiliza tu Thermomix!

INGREDIENTES:
- 1kg tomate pera natural o triturado
- 50g aceite
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada sopera de azúcar
COCINANDO:
- Si lo haces con tomate triturado, ve directamente al paso 5.
- Si lo haces con tomate natural, primero hay que pelarlos (o incluso puedes hacerlo con la piel). Para que te resulte más fácil, yo te aconsejo escaldarlos:
- Hacer en el culo del tomate una cruz no muy profunda con un cuchillo.
- Meterlos en agua hirviendo durante apenas 20 segundos.
- Refrescarlos rápidamente en un bol de agua fría.
- Pelarlos por la parte de la cruz que se hizo antes.
- Meter los tomates en el vaso y triturarlos durante 15 segundos a vel5. Si los tomates tienen muchas pepitas y grandes se puede colar. Reservar.
- Limpiar el vaso simplemente con agua y secarlo bien.
- Poner el aceite en el vaso de la Thermomix y calentarlo durante 3 minutos, a temperatura varoma y velocidad 1.
- Incorporar el tomate previamente triturado, la sal y el azúcar.
- Colocar el cestillo encima de la tapa en lugar del cubilete para facilitar la evaporación y evitar salpicaduras. Programar 30 minutos a 100º y vel1.
- Programar 10 minutos adicionales a temperatura varoma y la misma velocidad.
- Dejar enfriar y meter en un frasco de cristal cerrado en la nevera.
CONSERVACIÓN:
Si haces mucha cantidad de tomate o en casa sois pocos y no crees que vayas a usarlo todo, puedes ponerlo en frascos más pequeños y congelar una parte. O si lo prefieres, sigue estos sencillos pasos para conservarlos al vacío en tu despensa:
- Utilizar botes limpios y muy secos.
- Llenarlos con la salsa de tomate sin que llegue hasta arriba.
- Ponerlos en una cazuela grande, sin amontonarlos.
- Llenar con agua fría hasta cubrir al menos 3cm por encima de las tapas.
- Dejar cocer durante 30 minutos desde que empiece el agua a hervir.
- Apagar el fuego y sacar los botes cuando el agua esté templada.
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