INGREDIENTES:

• 1 plancha de hojaldre
• Azúcar

COCINANDO:

1. Extender la plancha de hojaldre sobre la encimera de la cocina dejando debajo el papel en el que suele venir envuelta.
2. Espolvorear azúcar por toda la superficie, cubriendo todos los huecos pero teniendo cuidado de que sea una capa muy fina. Extenderla con la mano si es necesario. Si se pone demasiada azúcar se hará mucho caramelo y las palmeras quedarán pegajosas, pero si se pone demasiado poca, el hojaldre no cogerá color.
3. Con la ayuda de un rodillo o con la palma de las manos presionar un poco la placa de hojaldre para que el azúcar se adhiera mejor.
4. Con mucho cuidado dar la vuelta a la masa y ponerla boca abajo.
5. Repetir la operación anterior, cubriendo toda la superficie con una fina capa de azúcar y presionando ligeramente.
6. Enrollar la masa empezando por un lado hasta llegar a la mitad.
7. Enrollar la masa por el otro lado hasta que los dos extremos se toquen. Quedará un doble rulo alargado.
8. Meter en el congelador 15 minutos.
9. Cortar en rodajas de un poco más de medio centímetro de ancho y colocar las palmeritas con cuidado encima de una bandeja de horno con papel de hornear o tapete de silicona. 
10. Dejarlas separadas unas de otras porque aumentan mucho de tamaño y si hace falta hacerlas en dos horneados. Si vas a hacerlo así es importante que la segunda ronda la guardes en la nevera hasta que la vayas a hornear para que permanezca fría. 
11. Meter en el horno previamente calentado a 180º durante 18-20 minutos. Retirarlas cuando veas que están doraditas.
12. Esperar a que se enfríen antes de consumir.