Después de unas semanas de vacaciones, “volvemos al cole” con una nueva receta mexicana. Este guacamole que hoy os presento es muy sencillo y suave, como se hace siempre en mi casa. A nosotros nos gusta así porque sabe realmente a aguacate, pero tú puedes “tunearlo” añadiendo picante, cilantro o lo que quieras. Te propongo además servirlo con estas tartaletas caseras que hago de vez en cuando, pero pueden usar cualquier tartaleta comprada o acompañarlo con nachos o lo que sea para dipear. En cualquier formato, ¡espero que te animes a hacerlo y que disfrutes mucho de él!
Tartaletas caseras con guacamole
INGREDIENTES:
- 1 aguacate
- Cebolla morada
- 1 tomate rama
- Sal
- Pasta filo
- 1 huevo
COCINANDO:
- Para preparar el guacamole abrir los aguacates por la mitad, retirar los huesos y con una cucharita sacar toda la pulpa, poniéndola en un bol grande.
- Machacar los aguacates con un tenedor hasta que queden lo más finos posible.
- Picar cebolla morada muy fina. La cantidad de cebolla varía según gustos. Yo suelo poner un poco menos de la mitad por cada aguacate. Utilizo esta cebolla porque es la que más me gusta para el guacamole. Aparte de darle mucho color es un poco dulce y es la que mejor sienta cuando se toma en crudo. Se puede usar cualquier otra que tengas en la nevera o prefieras.
- Incorporar la cebolla al aguacate machacado junto con un par de pellizcos de sal. Mezclar todo bien y probar para ver si necesita algo más de cebolla o de sal.
- Partir el tomate por la mitad y exprimir las dos mitades encima del guacamole como si fuese un limón, de tal manera que caiga todo el líquido y las semillas del tomate pero no la carne ni la piel.
- Volver a mezclar todo y rectificar el punto de sal.
- Este guacamole es bastante básico y suave, pero puedes optar por añadirle algo de cilantro o de picante.
- Para que el aguacate no se oxide y se ponga feo por arriba (se oscurece), se puede añadir una gotas de limón, pero modifica un poco el sabor. Yo prefiero hacerlo lo más tarde posible y si tengo que hacerlo con antelación lo dejo con el hueso metido dentro y tapando toda la superficie con papel de aluminio para que no esté en contacto con el aire.
- Hacer las tartaletas (o comprar unas que te gusten si prefieres ahorrar tiempo, aunque te recomiendo hacer estas alguna vez porque son facilísimas y quedan mucho más resultonas y ricas):
- Tener preparados los moldes de tartaletas o mini-magdalenas. Yo tengo el típico antiadherente para hacer cupcakes pequeñas, pero sirven también los de silicona, o incluso hieleras.
- Poner el huevo en un bol pequeño y batir bien.
- Ir sacando las hojas de pasta filo de la nevera y su envoltorio de una en una para que no se resequen.
- Poner cada hoja encima de una tabla grande de cortar y untarla con el huevo batido con la ayuda de un pincel.
- Cortar con un cuchillo afilado la hoja de filo en rectángulos pequeños de aproximadamente 2 dedos de grosor por 4 dedos de largo.
- Para cada tartaleta se necesitan tres rectángulos pequeños y hay que colocarlos de tal manera que se crucen y formen una especie de círculo.
- Colocarlos en el molde de tartaleta cubriendo el fondo y las paredes, y dejando un hueco en el medio.
- Cuando ya estén todos los moldes cubiertos, meterlo en el horno precalentado a 180º con calor arriba y abajo.
- Hornear durante unos minutos hasta que se doren un poco.
- Sacarlas el molde del horno, dejar enfriar ligeramente.
- Con cuidado ir sacando las tartaletas de sus moldes y dejar que se enfríen por completo, a ser posible encima de una rejilla.
- Estas tartaletas por supuesto pueden servirse con cualquier cosa. Aguantan bastante bien la humedad una vez que están montadas (aunque no conviene hacerlas con demasiada antelación), y se mantienen muy bien metidas en un tupper bien cerrado durante días. Si además metes dentro del tupper los típicos sobres antihumedad te durarán mucho más. Así que aunque parecen trabajosas, puedes tenerlas preparadas desde muchos días antes. No hay excusa para no hacerlas.
- Una vez frías las tartaletas, y cuando se vayan a servir, rellenarlascon el guacamole.
- El guacamole por supuesto se puede también servir sin tartaletas para dipear con nachos (preferiblemente sin sabor) o lo que se quiera.
Comments