En vacaciones todos buscamos no complicarnos la vida… Hoy quería ayudarte a ello con este aperitivo sencillo, rápido y fácil; pero que al mismo tiempo es diferente y muy bueno de sabor. Aparte es apto para celiacos, que muchas veces los pobres están en un cocktail sin apenas poder comer… Se trata de una tosta hecha con plátano macho, con suave guacamole y anchoa. Realmente el “relleno” es lo de menos. Yo te propongo esta combinación que me gusta y creo que le va muy bien al plátano, pero esta tosta original puedes usarla para lo que más te apetezca. Y además dura frita y crujiente, durante varios días.

Canapé de platano macho

INGREDIENTES:

1 plátano macho
1 aguacate
1/2 cebolleta pequeña
1/2 tomate rama
Anchoas

COCINANDO:

Pelar el plátano macho. La piel es muy dura y está bastante pegada a la carne así que es más difícil de lo que parece. Ayuda mucho coger un cuchillo y empezar a cortar la piel de abajo a arriba por la parte exterior de la curva del plátano, haciendo un poco de palanca hacia un lado para despegarla.
Una vez retirada toda la piel, cortar el plátano en rodajas lo más finas posibles (apenas un milímetro de grosor). Yo lo hago con mandolina.
En una sartén con aceite muy caliente o una freidora, freír las chips de plátano en tres o cuatro tandas, para que no haya demasiadas y se peguen.
Retirarlas del aceite cuando empiece a cambiar de color y dorarse. Escurrirlas bien y poner sobre papel absorbente.
Añadir un poco de sal por encima y reservar. Estas chips pueden hacerse días antes, que si las guardas en un tupper en algún lugar donde no cojan húmeda duran bastante tiempo crujientes. Además puedes usarlas como patatas fritas o para dipear.
Preparar por otro lado el guacamole. Triturar el aguacate (después de retirar el hueso y la piel) con la ayuda de un tenedor.
Añadir un poco de sal, cebolleta picada (al gusto) y un poco de la pulpa de un tomate rojo. Para esto último, exprimir el tomate encima del aguacate como si fuese un limón y desechar la carne y la piel.
Reservar el guacamole en la nevera hasta el momento que se vaya a montar el canapé. Para que no se oxide y ponga feo se puede añadir un poco de limón, pero yo no suelo hacerlo porque cambia el sabor. Se evita también la oxidación poniendo el guacamole en un cuenco con el hueso dentro y tapado con papel film, de tal manera que el film toque la superficie del guacamole.
Cortar las anchoas en trozos de uno o dos dedos de grosor. Reservar.
Montar el canapé poniendo encima de cada chip de plátano macho una cucharadita de guacamole y la anchoa encima.
Es mejor prepararlo en el último momento porque si no se podrá ablandar el plátano con la humedad del aguacate.