Hoy toca aperitivo sencillo, pero no por ello menos rico. Son unos bocaditos de queso brie con cebolla caramelizada, una combinación muy clásica y que a mí me encanta. Por supuesto puedes versionarlos haciéndolos con otro tipo de quesos (cabra, camembert…) o incluso con otro envoltorio (pasta brick o filo). Mi propuesta de hoy es hacerlos al horno, ligeramente pintados con huevo. Así puedes hacer muchos al mismo tiempo y evitas el lío de las frituras en el último momento.

Bocaditos de brie y cebolla caramelizada

INGREDIENTES PARA 16 UDS:

1 paquete obleas empanadilla (La cocinera)
1 cuña brie
1 cebolla
25g azúcar moreno
25g coñac
Aceite
Huevo (para pintar)

COCINANDO:

Pelar y picar en juliana fina la cebolla. Para esta recetas, con una cebolla te basta, pero ya que te pones puedes caramelizar más y guardarlas en un bote en la nevera, porque te duran varios días.
Caramelizar la cebolla, para lo cual te propongo varias alternativas:
- Hacerla con paciencia y sin azúcar: Pocharla en una sartén con un chorrito de aceite a fuego mínimo moviendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo. El proceso de caramelización de la cebolla es muy lento y puede durar incluso más de una hora.
- Hacerla añadiendo azúcar, que acelera la caramelización: Pocharla en una sartén con un poco de aceite. Cuando empiece a coger color añadir los 25g de azúcar moreno y un poco más tarde el coñac.
- Hacerla con la Thermomix: Poner la cebolla en juliana y resto de ingredientes (aceite, azúcar y coñac) en el vaso de la Thermomix. Programar a temperatura varoma y velocidad cuchara durante 20-30 minutos, dependiendo de la cantidad de cebolla y de si está más o menos blanda. Programar minutos adicionales a la misma temperatura y velocidad si es necesario.
Reservar la cebolla y esperar a que se enfríe.
Colocar todas las obleas poniendo hacia arriba la parte que está pegada a los papeles que las separan unas de otras.
Poner encima de cada oblea un dadito de queso brie y un poco de cebolla caramelizada por encima.
Envolver el brie con la oblea formando un cuadrado y desechando las partes que sobran, para que no haya demasiado hojaldre (ver foto adjunta). Para que se peguen bien y se cierren más fácilmente, moja con el dedo el borde de cada empanadilla con un poco de agua.
Colocar todos los bocaditos en la bandeja del horno y pintarlos ligeramente con un poco de huevo batido.
Hornear a 180º-190° hasta que se doren (calor arriba y abajo).
Servir inmediatamente para que estén calentitos y el queso derretido.
Se pueden preparar desde el día anterior y conservarlos en la nevera, para simplemente hornearlos en el último momento.