La sopa de arroz o de malito ha sido un básico en mi casa desde siempre. No hay nada mejor que cuidar de los tuyos (o de ti mismo) y recibir una sopita caliente en la cama cuando te encuentras mal. Es una sopa perfecta para preparar cuando alguien está tocado del estómago, pero reconozco que la he hecho casi más veces estando buena que mala, porque está tan rica que ¡¡¡muchos días me apetece por que sí!!!! Y encima está lista en dos pasos y con 3 simples ingredientes.

Sopa de malito

INGREDIENTES PARA 3 PERSONAS:

1 vaso de vino de arroz (150g aprox)
5 vasos de vino de agua (750g aprox)
½ Cebolla
Aceite
Sal y pimienta

COCINANDO:

Pelar la cebolla y cortarla en cuartos, y luego cada cuarto por la mitad. Realmente el tamaño de los trozos de cebolla no son importantes pero a mí me gusta hacerlos grandecitos y notarlos al tomarme la sopa.
Poner en un cazo mediano el agua, junto con un poco de sal y un chorrito de aceite.
Añadir la cebolla.
Poner al fuego medio alto hasta que empiece a hervir y la cebolla se empiece a ablandar.
Incorporar entonces el arroz y dar un par de vueltas para que no se quede pegado al fondo.
Dejar cocer hasta que el arroz esté completamente hecho, sin que esté duro pero tampoco demasiado abierto. Mover de vez en cuando para que suelte un poco el almidón y el agua se vuelva opaca.
Servir recién hecho y caliente. El arroz no deja de absorber líquido así que si pasa tiempo desde el cocinado se sigue hinchando y abriendo. Es mejor tomarlo en el momento.