El origen de esta receta son unas empanadillas que vi hacer a Arguiñano hace muchos años. No me pude resistir a probarlas y me encantaron. Pero son bastante potentes de sabor, así que me parecía demasiado para el relleno de una empanadilla entera. Ahora las hago en versión más pequeña, como rollitos horneados de pasta filo. Puedes hacerlos también para freír pero, en ese caso, utiliza pasta brick, que es mejor para ese tipo de cocinado.

Rollitos verduras y foie

INGREDIENTES:

Pasta filo
200g foie micuit
2 cebolletas
1 pimiento verde
½ calabacín

COCINANDO:

Cortar las cebolletas, los pimientos y el calabacín pelado en tiras muy finas.
Pochar en la sartén a fuego lento con un poco de aceite (lo suficiente para que la verdura esté impregnada de aceite pero no bañada en él).
Escurrir bien la verdura pochada con la ayuda de un colador. Se puede incluso prensar un poco con una cuchara o espátula para eliminar el exceso de agua y aceite. Dejar enfriar y reservar.
Cortar el foie en barritas alargadas pequeñas, como de 2cm de largo. Te aconsejo que hasta que vayas a hacer los rollitos las mantengas en la nevera para que no se derritan. Y yo suelo ponerlas en un plato llano con papel film debajo para que no se queden pegadas.
Colocar una hoja de pasta filo encima de una tabla grande, y cortarla a lo ancho en filas de unos 5 dedos de grosor. Te aconsejo que mientras haces esto vuelvas a guardar en la nevera las demás hojas de filo, bien envueltas, porque se secan con mucha facilidad y luego son imposibles de trabajar.
Pintar cada tira con mantequilla derretida. Se puede hacer también con aceite, que es menos engorroso, pero no quedan tan bonitos de color.
Poner un poco de verduras en la parte de abajo de una de las filas y colocar encima una barrita de foie.
Cerrar en forma de rollito, enrollándolo con cuidado y metiendo los bordes hacia dentro al mismo tiempo. Cada rollito tiene que hacerse con una tira entera porque es necesario que haya varias capas de filo por todas partes.
Hacer la misma operación con las demás tiras y todas las hojas que necesites para acabar con el relleno.
Colocar los rollitos en una bandeja de horno con papel especial y hornear a 220º hasta que estén dorados. Se pueden preparar con antelación, pero en ese caso hornéalos nada más hacerlos para que no se humedezca la masa., y pégales un calentón justo antes de servir.