No os voy a engañar… Yo no soy muy de magdalenas porque muchas veces me parece que son secas y sin mucha gracia. Pero cuando encuentras una receta de magdalenas tiernas, jugosas, esponjosas, y encima le pones pepitas de chocolate, ¡¡tienes un problema!! Porque un dulce que hasta ahora te ahorrabas, ya pasa a gustarte y lo haces cada dos por tres con la excusa de “es para los niños…” jajaja
Magdalenas jugosas
INGREDIENTES (24 UNIDADES):
- 350g harina normal
- 100g aceite de oliva
- 100g de aceite de girasol
- 250g de leche entera
- 3 huevos
- 200g azúcar blanco
- 1 pellizco de sal
- 16g levadura química (Royal o la que sea)
- Ralladura de ½ limón
- Pepitas de chocolate
COCINANDO:
- Poner en un bol grande los huevos con el azúcar y batirlos con unas varillas (si puede ser eléctricas) hasta que la mezcla blanquee y el azúcar se disuelva por completo. Tiene que doblar en volumen y quedarse una mezcla esponjosa y como de color vainilla.
- Añadir la ralladura de limón y la sal. El limón hay que tratar de no rallarlo demasiado y que sea solo la parte amarilla de fuera, porque la parte blanca es un poco amarga. Mezclar.
- Incorporar poco a poco el aceite de los dos tipos y seguir batiendo hasta que se integre del todo. Si tienes amasadora (o ayuda para tener más manos) es mejor que lo incorpores sin dejar de batir.
- Añadir también la leche poco a poco y sin dejar de batir hasta que se mezcle todo.
- Tamizar la harina y la levadura, haciéndola pasar por un tamiz o colador.
- Incorporar la harina y levadura a la masa en tres tiempos, y mezclar con espátula (accesorio K en amasadora) tras cada incorporación. Esto quiere decir que hay que añadir un tercio de la harina, mezclar hasta integrar, y repetir la operación dos veces más. Es mejor añadir la harina poco a poco en este tipo de masas (bizcochos también), porque una vez que se echa la harina no se debe mezclar demasiado, y es más fácil que se integre sin mucho movimiento si se añade poco a poco.
- Tapar el bol con papel film y dejar reposar en la nevera durante al menos 30 minutos (incluso puede ser de un día para otro). Este reposo no es imprescindible y se pueden hornear directamente, pero así conseguimos un acabado más esponjoso.
- Poner en un molde de cupcakes o magdalenas las cápsulas y precalienta el horno a 200º y calor arriba y abajo (sin ventilador).
- Sacar el bol de la nevera y añadir las pepitas de chocolate. Mezclar con una espátula.
- Poner un poco de masa en cada cápsula hasta llenarla ¾ partes de su capacidad. Puedes ayudarte de un cucharón para servir helado.
- Poner por encima de cada magdalena tres o cuatro pepitas más de chocolate, para que se queden vistas desde fuera y espolvorear con un poquito de azúcar. No hay que pasarse del azúcar, porque si se pone demasiado puede llegar a impedir que el copete suba.
- Meter el molde en el horno, a media altura y sobre la rejilla. Hornear durante 15 minutos aproximadamente. Dependiendo del horno a lo mejor necesitan algún minuto más, pera sabrás que están listas cuando se empiecen a dorar y al meter un palito éste salga limpio.
- Sacar el molde del horno y dejar que reposen 5 minutos. Pasado ese tiempo, sacar con cuidado todas las magdalenas del molde y dejar que se enfríen por completo encima de una rejilla.
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