¿Te gusta la comida con toque picantón? Si es así, este es tu aperitivo. Y si no te gusta tanto el picante, siempre puedes reducir la cantidad de jalapeños y te queda igualmente una empanada de queso para chuparse los dedos. Lo mejor… Que se hace fácil, rápido y con ingredientes que encontramos en cualquier lado. Incluso los jalapeños ya los venden en bote o lata en todos lados. Desde que probé esta empanada este verano en una barbacoa en Ávila en casa de unos amigos (que ganas de que vuelvan esos planes…) me enamoré de esta receta. Y las veces que la he hecho ¡¡ha triunfado!! ¿Te animas a hacer la prueba?

Empanada de queso y jalapeños

INGREDIENTES:

2 planchas de hojaldre rectangulares
200g queso cheddar rallado
200g de queso de oveja añejo
½ bote de jalapeños (aprox. 100g escurridos)

COCINANDO:

Coger la cuña o trozo del queso que hayas elegido y rallarlo todo. Hacer lo mismo con el cheddar si has comprado un trozo en lugar del que ya viene rallado.
Poner en un bol ambos quesos y mezclarlos bien. Reservar.
En una bandeja de horno con papel de hornear o similar, poner una de las dos placas de hojaldre extendida. Es mejor trabajar el hojaldre recién sacado de la nevera y frío, porque al coger temperatura se vuelve más blando y difícil de manejar. Así que la segunda placa, déjala en el frigo hasta que vayas a usarla.
Pinchar toda la superficie de la placa de hojaldre con un tenedor para que no se hinche en el horno.
Espolvorear los dos quesos mezclados por encima de la placa, de tal manera que quede cubierta, pero dejando por cada uno de los cuatro lado como 1cm sin cubrir, para que luego se pueda cerrar.
Escurrir bien las rodajas de jalapeño y picarlas un poco. Ponerlas por encima del queso, procurando qua haya por todas partes. Por supuesto la cantidad de chiles puede variar según tu gusto y cómo la quieras de picante. Aquí te indico lo que le pongo normalmente (sólo medio bote) y queda bastante peleón, pero la receta original que le copié a un amigo creo que llevaba mucho más (hasta un bote entero). El mundo es para valientes, así que atrévete con lo que quieras.
Coger la segunda placa de hojaldre de la nevera y extenderla sobre una tabla de cortar. Cortar y retirar un centímetro por cada lado, para que esta segunda capa sea ligeramente más pequeña que la anterior. Pincharla por todos lados con un tenedor.
Colocarla con cuidado encima del queso tapándolo por todos lados y dejando la parte pinchada por abajo. Te recuerdo que si la placa de hojaldre estaba fuera de la nevera estará demasiado blanda y te costará mucho moverla. Así que sácala directamente de la nevera.
Cerrar la empanada por los cuatro lados haciendo pliegues y pellizcos con la parte que sobresale de la primera de las placas que habíamos colocado en la bandeja.
Con los bordes que habíamos cortado de la segunda placa, se pueden hacer decoraciones por encima de la empanda.
En este momento se puede guardar la empanada en la nevera bien tapada (incluso desde el día anterior) hasta el momento de hornearla.
Cuando se vaya a tomar, pintar con huevo por encima con un pincel, sin poner demasiada cantidad.
Meter al horno precalentado a 200º con calor arriba y abajo y hornear durante 22 minutos o hasta que veas que está doradita y hecho el hojaldre por abajo.
Tomar lo antes posible para que el queso esté derretido y rico.