Cuando hice esta receta por primera vez (de un blog que desgraciadamente ya no existe), me enamoré. Pero la perdí durante muchos meses y ninguna de las que probaba me parecía igual. Por fin volví a dar con ella, y tenía muchas ganas de compartirla! El frosting que la acompaña es de chocolate blanco, que en mi opinión le va de maravilla a este bizcocho tan sutil y esponjoso. Te animas??
Cupckaes de red velvet
INGREDIENTES (12 UNIDADES):
- 120g leche
- 1 cucharada vinagre blanco
- 150g azúcar
- 60g mantequilla temperatura ambiente
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita extracto vainilla
- 1/2 cucharada de cacao en polvo
- Colorante rojo gel (red extra de sugar flair)
- 150g harina
- 1/2 cucharadita bicarbonato
- 1 1/2 cucharaditas de vinagre vino blanco
- Para el frosting:
- 140g de queso crema (tipo philadelphia)
- 50g mantequilla temperatura ambiente
- 140g chocolate blanco
- 250g azúcar glass
- Leche (si hace falta)
COCINANDO:
- Empezar calentando el horno a 170º.
- Preparar el buttermilk mezclando en una jarra o vaso la leche con la cucharada sopera de vinagre blanco. Mezclar bien y dejar reposar unos minutos mientras vamos haciendo la masa de los cupcakes. A los diez minutos parecerá que la leche se ha cortado y cogerá una textura espesa como con grumos. Así es como tiene que ser. Este buttermilk entre otras cosas le da mucha esponjosidad.
- En un bol grande batir con varillas el azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente hasta que blanquee. Es decir, hasta que se vuelva un poco más clarita y quede una textura homogénea.
- Añadir el huevo y seguir batiendo hasta que esté todo integrado.
- Incorporar la vainilla, el cacao en polvo y el colorante. Batir bien. La cantidad de colorante es al gusto hasta que tenga un color rojo intenso. He probado varios colorantes, de diferentes marcas y texturas, y para que los red velvet salgan rojos de verdad el que mejor sirve es el red extra de la marca sugarflair, que se puede encontrar entre otros sitios en Maria Lunarillos (link aquí).
- Añadir la mitad de la harina y mezclar con espátula o el accesorio K de la amasadora. No mezclar demasiado, sino lo justo para que la harina se integre.
- Incorporar la mitad del buttermilk y volver a mezclar hasta integrar.
- Añadir la harina que faltaba, mezclar y terminar añadiendo la otra mitad del buttermilk. Es mejor hacerlo en partes e intercalando la harina con el buttermilk para que todo queda muy homogéneo.
- Por último, echar sobre la masa el bicarbonate y encima de este la otra cantidad de vinagre que aparece en los ingredientes (una cucharadita y media). En seguida hará reacción el bicarbonato y empezará a burbujear. Este es el segundo truco para que esta receta quede con una miga tan suave y esponjosa. Es el impulsor que lleva, sustituyendo a la levadura en otras recetas más habituales.
- Preparar en el molde de cupcakes las cápsulas que vayas a usar (en Maria lunarillos las tienes de muchísimos modelos).
- Rellenar las cápsulas con la masa, que es bastante líquida, y no llenarlas mucho más de la mitad. Esta masa sube muchísimo y siempre es mejor que te queden un poco a ras de la capsula a que se desborden y les salga un sombrero como de seta, que queda un poco más feo.
- Meterlas en el horno con calor arriba y abajo durante aproximadamente 15 minutos; pero dependerá mucho del horno y de la cantidad que hayas puesto al final, así que es mejor no sacarlas hasta que al pincharlas salga limpio.
- Sacar el molde del horno cuando estén hechas, y a los 10 minutos pasarlas a una rejilla para que se terminen de enfriar allí.
- Si has hecho el doble de masa (porque donde caben 12 cupcakes, caben 24…), la mitad de la masa que te sobre puede esperar para ser horneada cuando acabes con la primera tanda.
- Para acabar, preparar el frosting o buttercream de chocolate blanco:
- Batir con varillas la mantequilla a temperatura ambiente y el queso crema a velocidad suave hasta que esté bien integrado.
- Derretir el chocolate en el microondas, poniéndolo de 30 en 30 segundos y removiendo cada vez para que no se queme.
- Añadir el chocolate derretido a la mezcla de mantequilla y queso y batir.
- Incorporar por último el azúcar glas tamizado y batir a velocidad rápida durante 3 o 5 minutos, dependiendo de lo potente que sea tu máquina. Hay que batirlo hasta que la mezcla se vuelva de color más blanco (al principio es un poco amarilla por la mantequilla y el chocolate blanco) y el azúcar se haya disuelto por completo (al probarla no tiene que tener grumitos).
- Si queda muy espeso se puede añadir un poquito de leche (muy poco a poco) hasta que tenga la textura deseada.
- Al principio de todas formas, la crema está más líquida, y yo la suelo meter en la manga pastelera y dejar que repose una media hora antes de decorar las cupcakes. Así es más fácil de manejar. Y si te sobra frosting se puede conservar unos días en la nevera, pero se endurece mucho con el frío así que hay que sacarla un poco antes para que se pueda volver a usar.
- Por cierto… esta misma receta podría servir para hacer una tarta de capas con esta misma cobertura de chocolate blanco (layer cake) o un bizcocho y dejarlo sin frosting o rellenarlo por el medio.
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