Hay recetas que puede que no necesiten ni ser publicadas de lo básicas que son, pero por si hay algún cocinero más principiante leyendo este blog, quería publicar hoy cómo hacer un caldo básico de pollo, tan necesario en muchas recetas. Cremas, carnes, salsas… Yo lo uso muchísimo porque en mi opinión si usamos caldos ricos en lugar de agua obtenemos mucho más sabor en nuestros platos. Es cierto que se puede comprar ya hecho, pero prefiero hacerlo casero y tener siempre en mi nevera o congelador. Al final del post te explico también brevemente como hacer otras variantes de este caldo, como el de caldo de carne o fumét de pescado.
Caldo de pollo para cocinar
INGREDIENTES:
- 3 puerros
- 3 zanahorias grandes
- 1 nabo
- 1 patata mediana
- 1 tomate rama
- 1 cebolla
- 3 hojas acelga
- 1 carcasa de pollo
- 1 cuarto pollo
COCINANDO:
- Limpiar los puerros, retirando las hojas verdes de la parte superior, las raíces de la parte inferior y la primera capa del puerro. Limpiarlo además debajo del caño de agua, especialmente en la parte más verde que en donde se suele acumular más arena. Cortarlos en tres o cuatro trozos medianos.
- Pelar las zanahorias y retirar los dos extremos más duros. Cortarlas en tres o cuatro trozos medianos.
- Pelar la cebolla, retirar la primera capa y cortarla en cuartos.
- En una olla grande poner un chorrito pequeño de aceite y rehogar a fuego medio la cebolla, el puerro y la zanahoria. Cuando esté pochada añadir la carcasa y el cuarto de pollo. Subir el fuego y tostarlo un poco. Estos dos pasos son opcionales, pero siempre que tengo tiempo suelo hacerlo así porque rehogando la verdura y tostando un poco el pollo se consigue que tenga más sabor.
- Pelar la patata y el nabo y cortarlos en trozos grandes.
- Lavar el tomate y cortarlo en cuartos.
- Lavar las hojas de acelgas para retirar toda la arena que pudieran tener y cortarlas en tres trozos grandes.
- En la olla donde está la verdura pochada y el pollo añadir agua (3 o 4 litros) y el resto de la verdura que acabamos de preparar. Añadir 4 o 5 pellizcos grandes de sal.
- Dejar a fuego fuerte hasta el agua de caliente y empiece a hervir. En ese momento bajar el fuego, poner la tapa (o al menos dejarla ladeada) y dejar hirviendo muy lentamente durante un par de horas.
- Si sale a la superficie espuma o impurezas (proviene de los huesos), la retiramos con una espumadera.
- A mitad de cocción, o casi al final, se puede probar con cuidado y rectificar el punto de sal.
- Una vez terminado se puede directamente colar, o se puede dejar en un lugar fresco hasta el día siguiente para que coja algo más de sabor.
- Si el caldo quedase con algo de grasa en la superficie se puede esperar a que se enfríe por completo (en nevera) y retirar con una cuchara la capa de grasa que se solidifica en la superficie.
- Esta receta se puede adaptar para hacer otros tipos de caldos:
- Caldo de carne: Añadir huesos de caña o rodilla, un trozo de morcillo…
- Caldo de verduras: Sólo con las verduritas.
- Caldo o fumét de pescado: Usar raspas o huesos de pescado, morralla, cogote de merluza, gambas… En este caso el caldo tiene que estar mucho menos tiempo cociendo (30 minutos), porque los ingredientes necesitan menos cocción.
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