INGREDIENTES:

• 1 bote leche condensada (400g)
• 4 huevos
• 120g harina
• 50g mantequilla
• 11g levadura (1 sobre Royal)

COCINANDO:

1. En un bol poner los cuatro huevos y batir con varillas.
2. Añadir la leche condensada y volver a batir hasta que esté todo integrado. Suele costar un poco por la densidad de la leche condensada, y puede ayudar hacerlo con una amasadora o varillas eléctricas, pero aún sin ellas se consigue mezclarlo todo bien.
3. Fundir la mantequilla al microondas y añadirla a la mezcla anterior. Batir de nuevo hasta integrar.
4. Incorporar la harina y levadura previamente tamizadas y mezclar hasta obtener una masa homogénea. Puede seguir haciéndose con varillas, pero una vez que se añade la harina es mejor hacerlo con una cuchara o espátula (o el accesorio K en caso de tener amasadora), ya que así no le entra más aire a la mezcla. Mezclar lo justo para que desaparezca la harina y esté todo integrado. La harina no conviene mezclarla demasiado para que no se active el gluten.
5. Engrasar un molde con mantequilla derretida y mezclada con un poco de harina. Se puede hacer con mantequilla solo, pero con esta mezcla y untada con un pincel es como menos se pegan los bizcochos.
6. Verter la masa del bizcocho en el molde y hornear durante 50 minutos a 160 grados. Verificar la cocción pinchando con un palillo, y sabremos que está listo cuando el palillo salga limpio.
7. Esperar unos minutos antes de desmoldar, y darle la vuelta en una rejilla para que termine de enfriarse recibiendo aire por todos lados.
8. Opcionalmente puede cubrirse con el típico glaseado blanco. Para ello, hay que mezclar con varillas durante varios minutos 250g de azúcar glass (se puede triturar azúcar normal en la Thermomix) con una clara de huevo mediano y una cucharada de limón. Cubrir inmediatamente el bizcocho y esperar a que se seque la capa exterior.